En algunas ocasiones, hay pacientes que acuden a mi consulta de cirugía plástica al no encontrarse satisfechos con los resultados obtenidos en una cirugía previa realizada en otro centro. Ya sea por un mal resultado estético final o por complicaciones sucedidas y que muy posiblemente hubieran podido evitarse. Nos encontramos ante un reto quirúrgico que sólo podrá ser solucionado mediante la Cirugía Secundaria. Pero, ¿qué es realmente? ¿Qué supone? ¿Es una técnica nueva?
¿Qué es una Cirugía Secundaria?
¿Qué conseguimos con esta intervención?
Cuando los resultados de la cirugía plástica realizada previamente no son los esperados, puede ser necesaria una nueva intervención. El objetivo será entonces conseguir el aspecto final acorde a los deseos del paciente y buscar las mejores garantías de salud o estabilidad de la zona operada.
La Cirugía Secundaria es, por tanto, una segunda intervención sobre la zona tratada previamente. No implica una técnica quirúrgica concreta, sino la perfección del resultado. Entonces, ¿cuál es el motivo de que con la primera vez no se haya tenido el éxito deseado?
¿Por qué se realizan?
Las razones pueden ser múltiples. Pensemos por ejemplo en una complicación postoperatoria que haya alterado el resultado. Una infección, un hematoma, etc. Afortunadamente, estas situaciones suelen ser poco frecuentes y se pueden tratar con cierto éxito. En otras ocasiones, es el resultado de una mala técnica quirúrgica o una mala planificación preoperatoria previa. Esta segunda opción suele ser la más frecuente y compleja de tratar. Técnicas demasiado simples o mal elaboradas, estigmas que den aspecto de “paso por quirófano” o uso de implantes mamarios inadecuados (véase el ejemplo de los implantes PIP que tanto desconcierto social han creado) son otras causas posibles que necesitan solución. Estas últimas representan en muchas ocasiones un verdadero reto de reconstrucción hasta el punto que podríamos dejar de considerarlo como cirugía estética en sentido estricto.
Bien por razones meramente estéticas donde se quiera mejorar el resultado final, lejos de las expectativas del paciente; o bien por razones reconstructivas, dónde debemos restaurar un daño o potencial daño creados para la integridad de la persona, la Cirugía Secundaria es la opción a seguir.
¿Qué debe planificarse?
Llegados a esta fase, la planificación preoperatoria debe ser exhaustiva. Los errores cometidos en la primera cirugía deben ser analizados con detalle para evitar volver a caer en los mismos. En muchas ocasiones no es el hecho de que se haya realizado mal la técnica quirúrgica, sino que se ha elegido mal dicha técnica. Es aquí donde cobra especial importancia el tipo de intervención solicitada (Aumento Mamario, Rinoplastia, Lifting, Blefaroplastia, Lipoescultura…), pues cada una tendrá sus potenciales causas de malos resultados. La experiencia y correcta formación en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora son la clave para evitar llegar a estas situaciones. No obstante, si un paciente se encuentra en esta fase y nos solicita una mejoría, son esa misma experiencia y correcta formación la que nos da el arsenal terapéutico necesario para tratar con las mejores garantías de éxito en la Cirugía Secundaria.
Si el ejercicio de la Cirugía Plástica nos obliga a ofrecer la máxima profesionalidad con objeto de buscar los mejores resultados, en la Cirugía Secundaria esta máxima cobra su mayor expresión. No nos basta con saber un número determinado de técnicas para realizar una cirugía. Debemos conocer todas las opciones para discriminar las posibles causas de los errores y buscar la mejor solución posible a corto y largo plazo. Y es que, cuando un paciente decide someterse a una intervención, pero no consigue los resultados esperados y debe volver a pasar por quirófano, el estrés emocional que eso implica, nos obliga a trabajar muy seriamente en el caso. La Cirugía Secundaria significa mayor exigencia y mayor complejidad, por lo que debe ser realizada por verdaderas manos expertas. Nuestro objetivo será conseguir la máxima satisfacción, aportando naturalidad y belleza en la cirugía estética y calidad funcional en la cirugía reparadora.
