La utilización de tu propia grasa como injerto cada vez goza de más popularidad. Y en el cara no es una excepción. La técnica para su obtención y procesamiento ha evolucionado desde sus orígenas cuando se popularizara por el Dr. Colleman y el Dr. Guerrero Santos en EEUU y México respectivamente. Hoy en día cobran más importancia técnicas de decantación y filtración que protegen más al adipocito, esto es, a la célula de grasa. Proteger estas células y no dañarlas es la base para que luego cuando las pasemos a la zona del cuerpo deseada puedan prender en el mayor porcentaje posible.
Según las zonas a tratar y los volúmenes de grasa que vayamos a transferir tenemos que definir el tamaño del injerto de grasa como tal. Esto nos permite diferenciar entre los macroinjertos y los microinjertos. O dicho de una forma más técnica, los macrograft o los micrograft. Dentro de los micrograft se puede reducir aún más el tamaño hasta el llamado nanograft, injertos de muy pequeño tamaño que se inyectan con cánulas muy finas y que podrían llegar a sustituir otros rellenos como los hialurónicos. Y aquí es donde cobra importancia el injerto graso fcial
Una vez obtenida la grasa por técnicas de liposucción especial con cánulas de pequeño tamaño se procederá a su lavado, emulsión, filtración y preparación. Se trata de purificar la grasa eliminando la parte de desechos que puediera tener (suero, sangre, ácidos grasos libres...) para quedarnos con la grasa purificada como tal. "Oro líquido".
En la cirugía del Lipofilling Facial tenemos que usar obligatoriamente el microinjerto y para ciertas zonas de la cara deberá ser del mínimo tamaño posible. Esto es lo que se conoce como Nanofat. Para conseguirlo debemos filtralo por distintos sitemas de membranas conectadas a unas jeringuillas especiales. Así purificamos y reducimos el tamaño del injerto al mínimo posible. Esta compleja técnica tiene como finalidad poder inyectar luego esa grasa en la cara mediante pequeñas jeringuillas y muy pequeñas cánulas similares a las usadas cuando se inyecta ácido hialurónico o toxina botulínica. Sería imposible introducir la grasa como microinejrto a través de estas cánulas si no reducimos su tamaño.
De esta forma podemos sustituir el huso de sustancias de relleno como el ácido hialurónico por tu grasa propia. Si bien habrá un proceso de reabsorción durante los pirmeros meses, tenemos que tener en cuenta que la grasa una vez prendida quedará en tu rostro de una manera permanente.